Bea ha entrado dando tumbos y mucha guerra en ese momento de la vida que es un «me lo dices o me lo cuentas».
Es joven, pero vieja. Más lista que el hambre, pero más buena que el pan.
Para ella, la vida es un disco rayado en que siempre suena la misma canción. En un mundo repleto de gente, se extraña de que no exista nadie capaz de cambiar el devenir.
En estas páginas, inicia un intenso y gratificante viaje a través de diálogos con las personas que la rodean. Algo tiene Bea que atrae las conversaciones más profundas que no cambian el mundo, pero que se lo cuestionan como punto de partida para el cambio.
«Lo que tardé en encontrarme» es el camino por el que transita las relaciones sentimentales, familiares y sociales de esta profesora de educación infantil, que se reconoce despechada con una sociedad que la está matando y que no entiende por qué se ha convertido en su enemiga.